jueves, 16 de junio de 2016

Hallan en las algas marinas novedosos compuestos naturales con elevada a...







Celtalga es una spin-off de la Universidad de Santiago de Compostela, en España. Su actividad se centra en la extracción y comercialización de novedosos principios activos naturales procedentes de las algas marinas con aplicación en el sector cosmético. La firma surge de la amplia experiencia investigadora de sus dos socios fundadores, los químicos Marivel Sánchez y Jorge Sineiro, en relación a la extracción y purificación de componentes naturales antioxidantes de origen vegetal, en particular de las algas.

“Los buenos resultados de nuestras investigaciones, unido a las bondades de las algas, nos ha llevado a impulsar la explotación de un recurso poco aprovechado y muy abundante en las costas gallegas. Está empezando a explotarse en el sector alimentario pero apenas en el cosmético” -explican-. Así, a principios de 2015 se lanzaron al mundo empresarial con el apoyo de Unixest, la Sociedad Gestora de Intereses de la Universidad de Santiago, que participa en su capital. En su corta trayectoria ya han desarrollado varios productos prometedores y recibido premios y reconocimientos en el campo del emprendimiento.

Esta empresa de base tecnológica se basa en un proceso de extracción que ellos mismos han desarrollado y patentado y que les permite extraer de las algas ingredientes bioactivos que también han patentado, y disolverlos en agua. Los ensayos in vitro, realizados por laboratorios acreditados por la Agencia Española del Medicamento y Protección de la Salud, confirman la bioactividad de estos extractos.

“Las algas son una fuente natural de nutrientes. Ya nuestros antepasados conocían diferentes usos de las mismas. Nosotros fusionamos la sabiduría de la tradición con avanzadas tecnologías para la extracción de bioactivos de las algas de nuestras costas”      -indica Marivel Sánchez-. En las rías gallegas proliferan especies con un alto valor nutricional y otras, no comestibles, con un gran potencial cosmético. Son extraídas por cofradías de mariscadores y empresas del sector alimentario comercializadoras de algas y otros productos derivados. La empresa colabora con Porto-Muiños, firma pionera en este ámbito en Galicia y cuyo impulsor es también socio de Celtalga desde sus inicios.

Las algas empleadas por Celtalga tienen certificación ecológica y son recolectadas manualmente con criterios de sostenibilidad, mediante inmersiones marinas en zonas autorizadas de acuerdo a planes de explotación regulados por la Xunta de Galicia, lo cual garantiza la sostenibilidad de los recursos. Las dos zonas de origen de las algas son el entorno del Parque Nacional de las Islas Atlánticas y las Rías Altas gallegas.

Celtalga produce extractos marinos acuosos a partir de macroalgas, destinados al cuidado cosmético. Apuestan por una doble línea. Por un lado, la venta de extractos de algas a la industria cosmética. Y, por el otro, la venta de productos finales que contienen uno de sus extractos, enriquecido con otros ingredientes de origen natural (todos ellos ecológicos y procedentes de la recolección silvestre): aloe vera, aceite de oliva, aceite de almendras, aceite esencial de palo de rosa; además de emulgentes y conservantes aceptados en la cosmética ecológica. No utilizan siliconas, derivados del petróleo, sulfatos, parabenos ni perfumes sintéticos.

En relación a la bioactividad de los tres extractos patentados por la firma, han testado su actividad antioxidante. También han verificado su actividad enzimática, es decir, que protegen a los componentes que le dan turgencia a la piel y que están presentes en ella de forma natural, como el colágeno. Y, por último, tienen una importante actividad antiedad.

Una de las especies de algas que emplean, y que sólo existe en la costa que va desde Marruecos hasta la Bretaña francesa, no se estaba comercializando y posee una potente actividad anticolagenosa y antioxidante. Los promotores de la firma han logrado su inclusión en el diccionario INCI (Nomenclatura Internacional de Ingredientes Químicos), donde se registran todos los ingredientes empleados en cosmética.

Los responsables de la empresa indican que “las algas de la costa gallega son especialmente ricas en nutrientes y minerales esenciales. De ellas obtenemos su extracto en frío, mediante una tecnología avanzada de ultrasonidos. Una vez recolectadas las algas, se someten a un proceso de secado y triturado.

En el laboratorio se realiza la extracción de los componentes bioactivos presentes en las algas. “La limitación de los tiempos y de la temperatura en este proceso hace que los extractos, obtenidos por vía acuosa, conserven los nutrientes y antioxidantes al máximo, lo cual los hace idóneos para la industria cosmética natural” -explican-. No utilizan disolventes orgánicos tóxicos, empleando sólo agua como disolvente. Todas estas condiciones hacen que el proceso sea totalmente respetuoso con el medio ambiente.

Por último, tiene lugar la formulación. El extracto patentado se mezcla con materias primas nobles procedentes de la agricultura ecológica; a una temperatura respetuosa con sus activos, utilizando emulgentes y conservantes ecocertificables.

La empresa ya ha dado a conocer sus productos a distribuidoras de 22 países diferentes de todo el mundo, en particular de China y Corea, además de Japón, Pakistán, Singapur, Tailandia Turquía, toda Europa, Estados Unidos o México. Y han iniciado una campaña de crowdfunding para poder financiar su salida al mercado. (Fuente: Vía Láctea Comunicación)

LA ACIDEZ DE LOS OCÉANOS ADELGAZA LA CONCHA DE LOS MEJILLONES EN LOS ÚLT...









Las conchas de mejillones de California de ahora son un 32% más delgadas que las de hace cerca de 50 años debido principalmente a la acidificación de los océanos derivada del aumento del carbono en la atmósfera, según se desprende de un estudio realizado por biólogos de la Universidad de Chicago (Estados Unidos).
El estudio, publicado en la revista ‘Proceedings of the Royal Society B’, indica que los océanos absorben una gran parte del carbono adicional liberado a la atmósfera por la quema de combustibles fósiles, lo que hace que bajen los niveles de pH en el agua del océano, por lo que se vuelve más ácida.
Mejillones, ostras y ciertas especies de algas tienen dificultades para producir sus conchas y sus esqueletos de carbonato de calcio en un entorno de este tipo, lo que puede proporcionar un indicador temprano de cómo el aumento de la acidificación del océano afecta a la vida marina.
Biólogos de la Universidad de Chicago, liderados por Cathy Pfister, ya documentaron en 2011 la disminución de los niveles de pH en las aguas que rodean la isla de Tatoosh (Estado de Washington, al noroeste de Estados Unidos). Ahora han analizado conchas de mejillones de California (‘Mytilus californianus’) recogidas por la tribu local ‘makah’ entre 668 y 1008, por biólogos en la década de 1970 y por ellos mismos recientemente.
Así, concluyen que la concha de los mejillones recogidos por nativos americanos hace entre 1.000 y 1.300 años aproximadamente eran un 27,6% más gruesas que las actuales y que las de la década de 1970 tienen un 32% más de grosor que las de ahora.
Los investigadores indican que la disminución a largo plazo en el espesor de las conchas muestra una respuesta a la acidificación del océano, aunque los también consideran otros factores medioambientales, como cambios en el suministro de alimentos (por ejemplo, el plancton) para los mejillones.
Además, apuntan que sus hallazgos plantean preocupaciones sobre la capacidad del mejillón de California para mantener su papel como una especie fundamental en las aguas de la costa oeste de Estados Unidos, ya que la disminución del grosor hace que sean cada vez más vulnerables a los depredadores y las perturbaciones ambientales, lo que, a su vez, podría afectar a las interacciones con cientos de otras especies de organismos que viven cerca de los bancos de mejillones en las aguas de marea.
"El mejillón de California es una especie común a lo largo de toda la costa oeste de los Estados Unidos y su destino estará vinculado al de una rica diversidad de depredadores, incluyendo las estrellas de mar y nutrias de mar, así como miles de especies que forman parte del hábitat del mejillón. Es imperativo que entendamos más sobre cómo estas especies cambiarán a medida que las condiciones oceánicas cambien”, concluye Pfister.

Defines tendrán santuario en costa de Estados Unidos

Después de años de investigar el comportamiento de los delfines y con la presión de grupos protectores de los derechos de los animales, el Acuario Nacional de Baltimore decidió enviar a sus delfines a un santuario, dijeron funcionarios el miércoles.
La transferencia del Acuario a la costa atlántica de Baltimore no tendrá lugar antes de 2010, indicaron los funcionarios.
El santuario para delfines, el primero en toda Norteamérica, será unhábitat costero protegido donde los animales continuarán bajo el cuidado humano.
"Ahora sabemos más sobre los delfines y sus cuidados", expresó John Racanelli, director ejecutivo del Acuario Nacional. Dijo que ahora se sienten preparados "para usar ese conocimiento para implementar cambios positivos".
El Consejo de administración del Acuario de Baltirome, cerca de Washington, empezó a trabajar en una estrategia para los delfines cinco años atrás.
Hubo muchas ideas, como la reconstrucción de las instalaciones existentes, que tienen 25 años, con el fin de crear un ambiente másnatural. Incluso, se consideró el traslado de los delfines a otros lugares habilitados. Pero al final, decidieron crear un refugio costero y que el equipo del Acuario Nacional continúe cuidando e interactuando con ellos.
"Este es un momento especial en la historia en relación a la evoluciónde las actitudes para un trato digno y respetuoso con todas las formas de vida", dijo Sylvia Earle, una bióloga marina.
"La idea de proporcionar santuarios para elefantes, chimpancés, grandes felinos, y ahora delfines, es una muestra de madurez ética", agregó.

Actualmente, el Acuario Nacional recibe donaciones para crear elsantuario.